martes, 19 de agosto de 2008

Montaña mia I


La humidaldad de mis huesos
caminan sobre tu abundante barriga
distinguiéndome por mi soledad de humanidad

Mis pasos se aterran
Al ser carne olvidada
Por tu imaginación

Amparado en mi nombre
mis segundos gotean
bajo tu eternidad

que mas quisiera
que ser eterno
surcido a tus rocas

1 comentario:

Roy dijo...

Compañero y amigo checho:

nada mejor que cerrar un proceso terapeutico con un viaje personal. Yo tuve la ocasión de compartirlo en su momento contigo en las torres. Fue una gran experiencia y puedo ver que luego de haber enganchado con Alex (que ha sido una inspiración, y las sesiones con Pagalo que hemos tenido la oportunidad de compartir, tu ruta solitaria por el valle culminó con la revolución espiritual... al menos leo eso de tus versos.

Quiero las otras partes